domingo, 4 de agosto de 2013

Capítulo 3.

Pablo después de hablar con Iván, decide ir a casa y se mete en el sótano, lugar donde se encuentran todos los instrumentos que saben tocar miembros de la familia. Él desde pequeño se entretenía mucho mirando como tocaban la guitarra o el piano, así que, decide sentarse y tocar algo él ya que de pequeño había aprendido. Coge la guitarra, siempre ha tenido cierto cariño a esa guitarra. Pasa horas y horas pensando en Ari y eso le lleva a componer una canción dedicada a ella. No deja de tocar la guitarra, cantar y corregir ciertas cosas para que suene mejor. Así se pasa toda la tarde hasta que su hermana baja y le interrumpe.
-Pablete, te llevo escuchando toda la tarde tocar la guitarra. Me gusta mucho como suena, dice Susana.
Pablo se ríe y se pone a cantar y tocarla de nuevo para que ella pueda oírla al completo. Al acabar, Susana empieza a darle la enhorabuena y le aplaude. Cosa que hace que Pablo desconecte un poco. Los dos suben para arriba porque se acerca la hora de cenar y no quieren que mamá haga todo ella sola.
Hoy van a preparar tortilla de patata y un poco de pescado frito lo cuál es típico de Málaga y a los niños les encanta. Susana va pelando las patatas mientras Pablo se entretiene en batir los huevos. Después de eso los dos se ausentan y se van esta vez al jardín para conversar. Susana sabe que a Pablo le pasa algo y quiere que se lo cuente.
-Pablo, ¿hay alguien?, dice ella.
-No… En verdad todavía no hay nadie… asiente Pablo.
-Te conozco, hermanito. Conozco esa cara de ángel que tenías esta tarde cantando esa preciosa canción.
-Es una historia larga, Susana. No quiero aburrirte…
-¡Pero qué dices! Sabes perfectamente que a mí no me aburre escuchar tus historias.
-Está bien, está bien, no te pongas así. ¿Recuerdas a Ari? ¿Mi amiga?
-Sí, continúa, dice imaginándose lo que viene después por las palabras que dice en la canción. Solo recuerda lo más sonado de la canción ‘’tú y tú y solamente tú’’.
-Desde que la vi por primera vez vi una carita muy tierna con una sonrisa preciosa. A medida que hemos ido creciendo cada vez que me encuentro más cerca de ella los ojos me empiezan a brillar y unos mariposas recorren toda mi tripa. No sé que se esconde detrás de todo esto, pero…, dice Pablo empezando a sonreír por la cara de su hermana.
-Pablo, lo sabía. Te conozco. Siempre te he encontrado inquieto ante esa chica. Como hermana te digo que luches por ella, eres un chico muy guapo y muy tierno, seguro que ella también te quiere. Pero cuidadito con lo que hacemos, ¿eh?, le dice con tono gracioso. Ahora, si te parece bien quiero que me vuelvas a cantar esa canción y la matizamos, ¿vale?
Pablo le canta la canción una y otra vez hasta que consigue quedar perfecta. Se hace tarde y los dos se van a dormir.


Al día siguiente Pablo empieza a pensar en las palabras de su hermana ‘’lucha por ella’’, y eso hace. La intenta ayudar en todo lo que puede, está más cariñoso aún de lo normal, y ella empieza a sonrojarse delante de él. Iván se siente muy feliz viendo como su amigo desde la infancia está triunfando con ‘’su chica’’.

Los dos tienen una conversación graciosa donde Pablo le cuenta que ha compuesto una canción y le lleva a su casa para que la escuche. Iván no sabía nada de que cantaba y sabía tocar la guitarra tan bien. Su hermana e Iván intentan convencer a Pablo para que lleve a su casa a Ari y se la cante. Realmente la canción va llena de sentimientos y las caras que pone Pablo al cantarlas conseguirían acabar de enamorar a Ari en el caso de que no lo estuviera ya… Nadie es capaz de resistirse a la ternura de ese malagueño de pelo claro y ojos oscuros. 
Pablo no quiere, no quiere arriesgarse a que ella no sienta lo mismo y la amistad de hace tantos años pueda cambiar. Él no está seguro de si ella siente algo hacia él o esas muestras de cariño solo son por toda la confianza que hay entre medias de los dos.
-Venga, va, Pablo, dice Iván. 
-No sé, no sé... ¿Y si ella no siente lo mismo?, dice Pablo.
-¿Pero cómo no va sentir lo mismo? ¿Acaso no te has fijado en la carita tan tierna que pone al verte? ¿Y en cómo se enrojecen sus mejillas cuando la dices alguna palabra cariñosa? Parece mentira que seas tan listo para algunas cosas y tan tonto para otras, dice Iván riéndose. 
Gracias a esas palabras Pablo piensa y empieza a darse cuenta. Su amigo es una gran persona y siempre sabe como hacer del momento más difícil uno de los momentos inolvidables. 

Al cabo de unos días, Pablo se acerca a ella como tantas otras veces y dice:
-Ari, ¿te gustaría venir a mi casa? Tengo algo que enseñarte.
-Claro, Pablo, dice ella algo preocupada.
-No cielo, no te preocupes... Te aseguro que no es nada malo.
Al salir de las clases, los dos van juntos a casa de Pablo. Los dos se sientan junto a Susana y mamá en la mesa para comer. Después de comer, bajan los dos al sótano y ella empieza a ver muchos papeles por allí con tachones y una guitarra. Se sienta en un sofá blanco y coge la guitarra intentando sacar alguna melodía de ahí. Pablo la mira y los dos empiezan a reírse. 






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